Sociología: Una invitación al estudio de
la realidad social
PRESENTACIÓN
Va dirigido este libro a personas con
escasa familiaridad con la Sociología. El propósito es invitarlas a que la
conozcan y utilicen, mostrándoles su objeto de estudio y enfoque específico, las
teorías disponibles, sus conceptos básicos y sus métodos de investigación.
Hace cuarenta años recibí en la Universidad de Barcelona mis primeras
clases de Sociología impartidas por el Prof. Salustiano del Campo. Doce años
después publicaba mi primer manual de Introducción a la Sociología, mientras
enseñaba en Santander, que fue ampliándose en cinco sucesivas ediciones. Ahora
se trata con este nuevo libro de aprovechar la información acumulada y la
anterior experiencia pedagógica para dar una visión más completa de nuestra
disciplina.
En la medida en que se intenta una tarea divulgadora, que pueda ser útil
para quienes deseen tener unas nociones claras de esta materia, se ha
prescindido de lo que pudiera ser sobreabundar en el "modo sociológico de tratar
los problemas", intentando quedarse sólo con lo esencial. No se abordan, por
ejemplo, los planteamientos filosóficos anteriores a Comte sobre la sociedad,
aunque su influencia ha sido decisiva en el nacimiento de la Sociología. Se
dejan también de lado disputas de escuelas, que consideramos marginales, para
adentrarse en el acervo común. Incluso, dentro del terreno de la estructura
social, se prescinde premeditadamente del estudio de instituciones tan
importantes como la empresa, la burocracia, la religión o la escuela, y de
procesos fundamentales como el cambio social, la comunicación o la
socialización.
A lo largo de veinte capítulos vamos a intentar situarnos en qué es la
Sociología y en los métodos de investigación utilizados en las ciencias
sociales. Se evitara a propósito el uso de términos especializados, aunque
pueda suponer un tratamiento más ligero de los problemas planteados, como
corresponde a una introducción que quiera ser también una invitación a ir más
lejos. Se han agrupado los capítulos en cinco partes: la primera de ellas es
introductoria, otra se centra en teoría sociológica, una tercera está centrada
en la relación existente entre el hombre y la sociedad, una cuarta en la
estructura social y, finalmente, la quinta en los aspectos metodológicos.
En la parte introductoria se procura mostrar cómo aparece esta nueva
disciplina, en un intento de dar sentido al cambio social que se está
experimentando y hace posible una especial toma de conciencia de la sociedad,
objeto de estudio al que se puede aplicar el método científico. Esto sólo es
posible en un determinado ambiente intelectual e ideológico en el que se
configura un campo de estudio determinado. Sobre estas bases se intenta dejar
bien sentado el carácter científico de la Sociología, porque cumple la condición
de lo que entendemos por ciencia: saber objetivo y racional de la realidad. A la
vez, para conseguir el preciado calificativo de ciencia empírica la Sociología
se enfrenta con una serie de problemas tales como los de nomenclatura y, sobre
todo, los de valoración y los modelos de la ciencia. Así, se intenta definir la
Sociología mediante el encuadre de su objeto específico en sentido amplio (la
acción social, las relaciones sociales, las instituciones sociales y la
sociedad); pero no como "cosas" sino como elementos individualizables
intelectualmente, aunque no en la práctica social, y metidos en un proceso de
dialéctica social. Y se termina con un intento de ampliar nuestra perspectiva
con un capítulo comparativo, dedicado a estudiar muy someramente los enfoques
que sobre los mismos problemas esbozados adoptan otras ciencias sociales, lo que
ayuda a no olvidar que en la comprensión de los fenómenos se
exigen planteamientos interdisciplinares.
Situados en lo que es la Sociología, se intenta en una segunda parte
revisar las propuestas teóricas, que han ido dando una comprensión cada vez
mayor de los fenómenos. Se sigue una línea histórica: las aportaciones
iniciales, los clásicos, el periodo de institucionalización y las teorías más
modernas. Entre todas nos señalan la acumulación del conocimiento conseguido y
el ambiente intelectual propio que ha ido perfilándose.
Para acabar de hacerse una idea precisa de lo que es la Sociología, hace
falta saber no sólo cuál es su objeto y sus teorías, sino también cuáles son los
conceptos básicos que emplea —en el fondo, acumulación reposada de
conocimientos— y cuáles sus métodos de investigación. Por ello a los conceptos
clave manejados en Sociología se dedica una parte central del libro,
abordándolos desde diferentes progresiones de lenguaje: individuo, grupo,
cultura, socialización, sociedad, posición social, rol, status, institución,
creencias, valores, normas y sanciones. El conocimiento elemental del
vocabulario sociológico es necesario, pues aunque la Sociología se mueve en un
campo de la experiencia cotidiana, su intento es llegar más allá de lo evidente
y para lograrlo necesita instrumentos conceptuales precisos. El problema
subyacente son las matizadas relaciones entre el hombre y la sociedad, vital en
la comprensión del papel de las ciencias sociales, en las que aparece el hombre
como productor de la sociedad y como producido por ella.
Se intenta en la cuarta parte hacer unas breves consideraciones de
estructura social, pues la sociedad se presenta como una realidad sólida,
formada por procesos e instituciones cuyo conocimiento es necesario. Soy
consciente del carácter provisional de toda esta parte, pues habría que añadir
una docena de capítulos referentes a diferentes temas estructurales; tarea
pendiente de realizar, aunque está en marcha con algunos colaboradores. Las
breves consideraciones que hacemos sobre la institución familiar y sobre la
estratificación social hay que entenderlas en un deseo de práctica conceptual,
de intentar apuntar cómo se pueden estudiar los procesos y las instituciones
sociales. Se ha elegido una institución y un proceso en los que todos tenemos
una cierta experiencia social, y se trata de ver de una manera muy simple cómo
su estudio puede abordarse desde la Sociología. En los dos casos el tratamiento
del tema es escueto y con la sola pretensión, por vía de ejemplo, de indicar
cómo se aplica el modo de trabajar sociológico al estudio de las relaciones
sociales, que permanecen y cambian a la vez.
En la parte final se hace una referencia a los métodos y técnicas
empleados por la Sociología, que ocupan los cuatro capítulos finales del libro.
El primero de ellos muestra la importancia de los métodos de nuestra disciplina
y la forma de proceder científicamente, con un esfuerzo analítico para discernir
entre teoría sociológica e investigación empírica, así como las distintas etapas
que la práctica ha ido señalando en la investigación social, y también la
distinción entre técnica y método. Después, pasamos a repasar los tres posibles
métodos a emplear en cualquier estudio, concretando incluso algunas de las
técnicas más utilizadas hoy en día en la investigación.
En resumen, con este pequeño libro sólo se pretende mostrar a la
Sociología como ciencia, con su objeto, su enfoque específico, su nomenclatura y
sus métodos; en estos últimos hacemos hincapié, pues sin rigor en los métodos de
investigación no hay ciencia social. Son abundantes en el mercado español los
tratados de Sociología —en buena parte traducciones de los más utilizados en
otros países— que estudian todos los procesos sociales y cada una de las
instituciones, a ellos referimos en un segundo paso al lector que desee ampliar
sus conocimientos de Sociología. Como también a los abundantes trabajos de
estructura social que afortunadamente están proliferando en nuestro país,
algunos con una tradición más que respetable.
Se inició el proceso que ha acabado en este libro con
un objetivo pedagógico, pensando directamente en un grupo de estudiantes de
Sociología de la Empresa de la Universidad de Cantabria que necesitaban
instrumentalmente una introducción a la Sociología y a las ciencias sociales,
para adentrarse en el estudio de los problemas sociales del mundo de la empresa,
tan característicos de la sociedad industrial en que vivimos. Mi propia
evolución docente en las universidades de Oviedo y Complutense de Madrid, y
desde esta última en numerosas universidades europeas y americanas, han influido
en la ampliación cuantitativa y cualitativa de los temas tratados. Es posible
también que los años transcurrido hayan dado lugar a en una cierta apertura de
códigos, que con toda seguridad estará reflejado en la presente edición.
No puedo dejar de agradecer la continua colaboración crítica de colegas y
alumnos, que han hecho posible, también con sus ánimos, el esfuerzo de dar algo
más de madurez a una obra de juventud. Los alumnos han sido un aliciente y han
servido de campo para ensayar muchas de las propuestas. En las últimas ediciones
ha sido clara la colaboración prestada por el Prof. Ruiz San Román, en esta
deseo dejar constancia de la valiosa ayuda prestada por tres alumnos de
doctorado, Jesús, Miguel Ángel y Virginia. Mi agradecimiento final se va a los
numerosos maestros cuyas ideas (en palabras y escritos) he ido tomando como
propias, con más o menos fortuna.
Madrid, 16 de julio de 2004