En un segundo capítulo se aborda directamente una racionalización de
la comunicación, distinguiendo sus formas fundamentales: intrapersonal,
interpersonal, en las organizaciones y colectiva. Aquí nos centramos sobre
todo en la comunicación personal, entendida como un proceso, una ida y
vuelta de contenido informativos que produce cambios en los individuos, con
unos elementos claramente determinados y unos modelos perfectamente
definidos desde los que se puede intentar superar el conocimiento del
sentido común.
Centramos también nuestra atención en la mediación de la comunicación
como característica definitoria de la modernidad. La ampliación de la
capacidad comunicativa que ha supuesto el empleo de los medios personales y
colectivos supone un cambio de paradigma, que debe ser entendido para
situarse en la realidad sociedad actual, incomprensibles sin las nuevas
tecnologías de la información. El teléfono, el correo electrónico y otras
nuevas formas de comunicación personal merecen una especial consideración.
Dada la importancia que tienen las organizaciones en las sociedades
organizacionales, al resolver muchos de sus problemas ordinarios y
determinar en buena parte la conducta individual, nos ha parecido oportuno
dedicar un capítulo a la comunicación en las organizaciones. En este campo
de estudio, ciertamente novedoso y poco tradicional, hemos procurado
referirnos a la comunicación externa e interna, y dentro de ésta
hemos distinguido las formas de comunicación formales de las
informales. La aplicación inmediata de este capítulo al mundo de la empresa,
por ejemplo, justifica de sobradamente la atención que le
prestamos.
Se dedican a continuación cinco capítulos al estudio de la
comunicación colectiva, señalando sus funciones en nuestra sociedad,
analizando las peculiaridades de cada uno de los medios, exponiendo algunos
planteamientos teóricos generales y terminando con el estudio de sus
efectos. En todo lo referente a los efectos de los medios de comunicación de
masas se incide de una manera especial, desde las posibilidades de
persuasión que se les atribuyen a las diferentes teorías que han ido
apareciendo y nos muestran un campo de estudio lleno de vitalidad.
A lo largo de todo el libro se intenta, en términos generales,
presentar las diferentes teorías que se han ido perfilando y evaluar su
aportación definitiva a la clarificación del proceso de comunicación. Junto
a ello se ha procurado considerar algunas hipótesis con un planteamiento
amplio o generalista, buscando su conexión con otras referidas a las mismas
etapas del proceso, para de esta forma buscar la unidad de una visión
teórica más amplia, que pueda permitir nuevos contrastes empíricos. En
definitiva, estamos ante un intento de ayudar a la
comprensión racional de la comunicación y a su investigación que desea: por
una parte, proporcionar los hallazgos derivados de una nueva conexión entre
los problemas afines con enfoques nuevos; y, por otra, señalar con un
sistema preciso, basado en conceptos y teorías bien definidas, los caminos
que han seguido las escuelas de pensamiento más fructíferas y que deben ser
puntos de partida para saber cada día mejor el papel de la comunicación en
nuestra sociedad. Indicamos también las fuentes bibliográficas manejadas,
para ayudar a los estudiosos que quieran adentrarse en este campo de
conocimientos centrado en la comunicación y ya bastante institucionalizado.
Para ayudar en la tarea de recogida de información, llegamos desde los "reader"
verdaderamente fundamentales, que escalonadamente han ido apareciendo, a
artículos recientes y trabajos inéditos de los últimos años.
En esta sociedad informacional en
la que estamos inmersos, y en la que vamos a ir avanzando, la comprensión de
la comunicación y el dominio de sus técnicas es una exigencia individual
para no quedar marginado. Cualquier intento, por consiguiente, de
racionalizar el proceso comunicativo tiene la ventaja de añadir
conocimientos, sobre los que los hábitos y la creación de instituciones
pueden ayudar a la mejora personal y colectiva. En definitiva, la difusión
de conocimientos, como los que aquí procuramos transmitir de forma coherente
sobre la comunicación, ayudará a conseguir una sociedad y unos individuos
más participativos.
Este libro es un trabajo colectivo, donde los tres autores hemos
procurado compartir nuestros conocimientos sobre la comunicación, elaborados
en sucesivas y acumulativas reformas. Nos sentimos solidariamente
responsables del resultado final conseguido, aunque sabemos que no es una
tarea terminada, definitiva. Lógicamente, en un campo de estudio tan
dinámico como el que nos movemos, tenemos la esperanza de poder seguir
mejorando y actualizando lo elaborado. En cualquier caso, ha sido un
esfuerzo realizado con agrado e ilusión, más allá de la esperanza de ofrecer
unos conocimientos útiles.
Personalmente, al igual que en la presentación del primer libro
mencionado como antecedente de esta publicación, deseo volver a agradecer al
profesor Del Campo sus enseñanzas en Barcelona, cuando empecé mi vida
universitaria, que me aficionaron a la Sociología y me plantearon muchas
inquietudes en este campo, que posteriormente ha seguido alentando.
Igualmente, queremos rendir homenaje a todos los investigadores cuyo trabajo
hemos utilizado, muchas veces sin valorar adecuadamente sus esfuerzos y
aportaciones.