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Introducción a la sociología

PRESENTACIÓN

 

Va dirigido este libro a personas con escasa familiaridad con lo que es la Sociología. El propósito es introducirlas en esta disciplina, e incluso invitarlas a que la conozcan y utilicen, mostrándoles su objeto de estudio, su enfoque específico, sus conceptos básicos y sus métodos de investigación.

         En la medida en que intentamos una breve introducción que pueda ser útil para quienes deseen tener unas nociones elementales de esta materia, hemos prescindido de lo que pudiera ser sobreabundar en el "modo sociológico de tratar los problemas", intentando quedarnos sólo con lo esencial.

         No abordamos, por ejemplo, los planteamientos filosóficos anteriores a Comte sobre la sociedad, aunque su influencia ha sido decisiva en el nacimiento de la Sociología. Dejamos también de lado disputas de escuelas, que consideramos marginales, para adentrarnos en el acervo común.

         Incluso, ya dentro del terreno propiamente sociológico, prescindimos premeditadamente del estudio de instituciones tan importantes como la empresa, la burocracia, la religión o la escuela, y de procesos fundamentales como el cambio social, la comunicación o la socialización. Sólo hacemos referencia explícita a una institución social, la familia; y a un proceso social, el de la estratificación. En los dos casos el tratamiento del tema es escueto y con la sola pretensión, por vía de ejemplo, de indicar cómo se aplica el modo de trabajar sociológico al estudio de las relaciones sociales, que permanecen y cambian a la vez.

         A lo largo de trece capítulos vamos a intentar situarnos en lo que es la sociología y en los métodos de investigación utilizados

en las ciencias sociales. Evitaremos a propósito la nomenclatura demasiado especializada, aunque ello pueda suponer un tratamiento ligero de los problemas plantados, como corresponde a una introducción que quiera ser también una invitación a ir más lejos.

         En el primero de ellos se procura mostrar cómo aparece esta nueva disciplina, en un intento de dar sentido al cambio social que se está experimentando y hace posible una especial toma de conciencia de la sociedad, objeto de estudio al que puede e incluso debe de aplicarse el método científico. Esto sólo es posible en un determinado ambiente intelectual e ideológico en el que se configura un campo de estudio determinado. Todo ello está haciendo posible una nueva experiencia de la sociedad, y vuelta a empezar.

         Nos proponemos, en segundo lugar, dejar bien sentado el carácter científico de la Sociología, porque cumple la condición de lo que entendemos por ciencia: saber objetivo y racional de la realidad. Es una ciencia empírica, basada en la observación y el razonamiento, con una vertiente teórica que le permite llegar más lejos de lo inmediatamente presente y criticar la misma realidad.

         Para conseguir el preciado calificativo de ciencia empírica la Sociología se enfrenta con una serie de problemas tales como los de nomenclatura y sobre todo los de valoración, a los que hacemos referencia. El sociólogo, como hombre inmerso en un ambiente, tiene indudablemente unos juicios de valor previos sobre la realidad a estudiar que difícilmente puede abandonar. Conseguir que esos juicios, por los que muchas veces ha llegado incluso a interesarse en un campo concreto de investigación, no influyan en su estudio es una tarea ardua, pero que debe acometer, aun a sabiendas de que no es fácil ‑por no decir posible‑ conseguir. Por este mismo motivo es necesario que tenga presente estos problemas cualquiera que se acerque a la Sociología, para huir de Sociologías adjetivadas ‑marxista o mahometanas, por ejemplo‑ que sólo pretenden utilizar el sello de la ciencia con fines de propaganda ideológica.

         Intentamos también definir la Sociología y para ello empezamos por encuadrar su objeto específico que puede hacerse por tres diferentes vías: lo que han dicho los padres de la Sociología, lo que dicen los sociólogos contemporáneos y lo que nos indica la razón. Así se perfilan como objeto de nuestro estudio: la acción social, las relaciones sociales, las instituciones sociales y la sociedad; pero no como "cosas" sino como elemento individualizables intelectualmente, aunque no en la práctica social, y metidos en un proceso de dialéctica social.

         Tenemos a continuación, para ampliar nuestra perspectiva, un capítulo dedicado a estudiar muy someramente los enfoques que sobre los mismos problemas esbozados adoptan otras ciencias sociales como la Economía, la Antropología Social, la Historia, la Ciencia Política, o el Derecho Natural. Estamos ayudando así, indirectamente, a delimitar el campo específico en que debe moverse la Sociología. Aunque no podemos olvidar que en las ciencias sociales la comprensión de los fenómenos exige planteamientos interdisciplinares.

         El enfoque elegido al estudiar un problema proviene de la idea general que se tenga sobre el campo de estudio y modo de actuar en él. Por este motivo parece muy interesante dedicar un capítulo al estudio de los modelos sociales más utilizados con sus ventajas e inconvenientes. Y lógicamente se estudia más a fondo el análisis estructural funcional por ser, junto con sus críticas, el análisis sociológico hasta hace poco imperante.

         Para acabar de hacerse una idea precisa de lo que es la Sociología, hace falta saber no sólo cuál es su objeto, sino también cuáles son los conceptos básicos que emplea —en el fondo, acumulación reposada de conocimientos— y cuáles sus métodos de investigación.    Por ello a los conceptos clave manejados en Sociología se dedica uno de los capítulos del libro, abordándolos desde dos progresiones de lenguaje: individuo, grupo, cultura, socialización, sociedad; y posición social, rol, status, institución. Y envolviendo este doble proceso el mundo normativo: creencias, valores, normas y sanciones. El conocimiento elemental del lenguaje sociológico es necesario, pues aunque la Sociología se mueve en un campo de la experiencia cotidiana, su intento es llegar más allá de lo evidente y para lograrlo necesita instrumentos conceptuales precisos.

         Las consideraciones que hacemos sobre la institución familiar y sobre la estratificación social hay que entenderlas en un deseo de práctica conceptual, de intentar apuntar cómo se pueden estudiar sociológicamente los procesos y las instituciones sociales. Hemos elegido una institución y un proceso en el que todos tenemos una cierta experiencia social, y se trata de ver de una manera muy simple como su estudio puede abordarse desde la Sociología.

         Los métodos y técnicas empleados por la Sociología ocupan los cuatro capítulos finales del libro. El primero muestra la importancia de los métodos de nuestra disciplina y la forma de proceder científicamente, con un esfuerzo analítico para discernir entre teoría sociológica e investigación empírica, así como las distintas etapas que la práctica ha ido señalando en la investigación social, y también la distinción entre técnica y método. Después, pasamos a repasar los tres posibles métodos a emplear en cualquier estudio, concretando incluso las técnicas más utilizadas hoy en día en la investigación.

         En resumen, con este pequeño libro sólo se pretende mostrar a la Sociología como ciencia, con su objeto, su enfoque específico, su nomenclatura y sus métodos; en estos últimos hacemos hincapié, pues sin escrupulosidad en los métodos científicos no hay ciencia social.

         Son abundantes en el mercado español los tratados de Sociología —en buena parte traducciones de los más utilizados en otros países— que estudian todos los procesos sociales y cada una de las instituciones, a ellos referimos en un segundo paso al lector que desee ampliar sus conocimientos de Sociología. Como también a los abundantes trabajos de estructura social que afortunadamente están proliferando en nuestro país, algunos con una tradición más que respetable.

         Se escribió inicialmente este libro pensando directamente en un grupo de estudiantes de Sociología de la Empresa de la Universidad de Cantabria que necesitaban instrumentalmente una introducción a la Sociología y a las ciencias sociales, para adentrarse en el estudio de los problemas sociales del mundo de la empresa, tan característicos de la sociedad industrial en que vivimos. Mi propia evolución docente en las universidades de Oviedo y Complutense de Madrid, y desde ellas en numerosas universidades europeas y americanas, han tenido que influir en una cierta apertura de códigos que con toda seguridad estará reflejado en la presente edición.

         No puedo dejar de agradecer la continua colaboración crítica de alumnos y colegas, que han hecho posible, también con sus ánimos, el esfuerzo de dar algo más de madurez a una obra de juventud. En cualquier caso, con esta nueva edición, se ha intentado más que aumentar el número de los temas tratados, actualizar y ampliar la perspectiva de todo el libro con los mínimos cambios.

Madrid, 10 de octubre de 2002

 

 

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