Sociología de la empresa
PRESENTACIÓN
El objeto de la Sociología de la Empresa es -como veremos más
detenidamente- el estudio de la empresa como institución característica de la
sociedad industrial. De esta primera aproximación a nuestra materia se desprende
el esquema básico del libro. Vamos a estudiar, en primer lugar, la naturaleza y
las escuelas en que se ha desarrollado la Sociología de la Empresa. Pasaremos
después a un estudio de la evolución de la sociedad industrial, desde sus
orígenes, para intentar intuir su futuro. A continuación dedicaremos una tercera
parte al estudio de la empresa en sí, en cuanto organización y como institución,
con lo que nos situamos en un enfoque plenamente sociológico. Finalmente, se
inserta una aproximación a alguno de los problemas prácticos que son el centro
de atención en el estudio de la empresa por las ciencias sociales; nos vamos a
referir sólo a los problemas de la satisfacción en el trabajo, dejando para otra
ocasión todo lo referente a la participación (comunicación, cogestión, control
social de la empresa, etc.) y al contexto social de la empresa (sindicatos,
ocio, sociedad de consumo, cambio social, etc.).
Al estudiar la naturaleza de nuestra disciplina queremos, desde la
perspectiva de la sociedad industrial, perfilar las diferentes aportaciones que
se han hecho en el campo de la empresa y del trabajo por las ciencias sociales.
Nuestra idea es huir de la discusión terminológica, aunque deseamos justificar
la elección del nombre Sociología de la Empresa en lugar de otros como
Sociología Industrial, Sociología de las Organizaciones, Relaciones
Industriales, Sociología Económica o Sociología del Trabajo; explicando el
énfasis que pone cada escuela en unos temas, dentro de un campo de estudio muy
similar.
Al referirnos al desarrollo de la Sociología de la Empresa, empezamos con las
aproximaciones de los primeros científicos sociales e ideólogos en el siglo XIX,
pasando por un estudio pormenorizado de Taylor y sus seguidores en la
organización científica del trabajo -considerados como los precursores del
inicio de nuestra disciplina-, para detenernos después en las ideas de los
teóricos de la organización formal, ver las consecuencias de los estudios de
Hawthorne (que dieron lugar al movimiento de las relaciones humanas en la
empresa) y finalmente enfocar la visión más actual de la organización
empresarial como sistema.
Una vez situados genéricamente en la
naturaleza de la Sociología de la Empresa y en su génesis, tenemos un amplio
capítulo completo dedicado a la sociedad industrial. Intentamos analizar los
inicios del industrialismo desde el punto de vista histórico, partiendo del
modelo inglés de desarrollo. Con una referencia explícita a tres períodos
evolutivos que denominamos Primera, Segunda, Tercera revolución industrial,
matizando que la nomenclatura utilizada es simplemente con fines didácticos.
Cada uno de estos períodos es considerado como una etapa con sus propios
problemas, en que puede interesar separar algunas consecuencias o
características económicas y sociales. En este marco, se hace una referencia
detenida a las causas del fracaso en España de la revolución industrial hasta
épocas muy recientes. También nos atrevemos a lanzar algunas líneas previsibles
de evolución actual de la sociedad industrial.
En la tercera parte, llegamos al centro de nuestra disertación, que es la
empresa misma, considerada como grupo organizado o como cristalización de roles.
La organización en la empresa supone unos planteamientos formales, planeados por
la dirección funcional y jerárquicamente, y plasmados en un mal, que se
manifiesta en primer lugar en la existencia en la empresa de unos grupos en que
los individuos están unidos por lazos afectivos. También la estructura planeada
es forzada por la sociedad en función de su sistema estratificador, que valora
las profesiones concediéndoles un prestigio. Y, finalmente, están los mismos
individuos, que al ocupar cada una de las posiciones intentan manipular la
organización, para sacar el máximo partido en orden a sus propios intereses. El
resultado es la empresa como organización concreta.
Igualmente abordamos en la tercera parte el estudio de la empresa como
institución, es decir como cristalización de roles en torno a la función
productiva. Hacemos una especial referencia a los dos roles considerados como
básicos: el de director y el de obrero. Pero resaltamos también el papel
especial del técnico en la sociedad industrial, cuya valoración cuantitativa y
cualitativa es creciente. Termina el capítulo con un somero análisis de otros
roles tales como el de mando intermedio y empleado; así como con las técnicas
modernas de formación que esta nueva visión de la empresa ha acarreado.
Finalmente, en la cuarta parte planteamos el estudio de la satisfacción
en el trabajo. Como señalamos, la perspectiva psicológica es muy importante en
este tema, en cuanto las teorías de las conducta laboral tienen su base en las
teorías de la motivación, por eso le dedicamos un primer apartado. De todas
maneras el análisis sociológico es muy fructífero y por diferentes caminos de
aproximación ha ido sacando algunas conclusiones empíricas que es necesario
tener en cuenta y, lo que es más importante, nos ha ido aportando métodos y
técnicas de investigación. Es en este esquema donde pueden estudiarse, como
hacemos problemas tan vitales al mundo de la empresa y a la misma sociedad
industrial, tales como: la relación entre satisfacción y rendimiento, la
evolución de los sistemas de incentivos salariales, y las ausencias al trabajo.
Por supuesto que todo nuestro análisis está guiado por un intento de
racionalizar el mundo de la experiencia empresarial, pero evitando la tentación
de dar recetas para resolver los problemas cotidianos, aunque ésta sea la
demanda de los sindicatos y de los empresarios. Sin ninguna duda, nuestra
aportación al conocimiento de la empresa y de la sociedad industrial, será más
fructífera en la medida en que evite enfrentarse a problemas cotidianos de la
empresa, donde los elementos psicológicos e incluso no racionalizables tienen la
máxima importancia. Nuestra misión como sociólogos, como científicos, es sólo
racionalizar en el área de estudio que nos hemos asignado.
El objetivo propuesto es ofrecer una visión de los resultados que puede
dar la aplicación del método científico a las relaciones sociales dentro de la
empresa, o lo que es lo mismo: la aplicación de principios sociológicos al
análisis de un aspecto concreto de las relaciones sociales. La perspectiva de
nuestro estudio es la sociedad industrial cuyo planteamiento está íntimamente
unido al actual concepto de empresa como forma peculiar de organización del
trabajo.
Para lograr eficazmente este objetivo es muy conveniente, en primer
lugar, saber en términos amplios qué es la Sociología
-aplicación del método científico al estudio de la sociedad- y manejar sus
conceptos básicos, que constituyen la acumulación de conocimientos conseguidos.
En segundo lugar, deberemos conocer los métodos que utiliza para la
investigación. De esta forma, seríamos capaces de llegar más lejos en el estudio
social de la empresa y de su entorno; y por eso, para hacer un curso de
Sociología de la Empresa, se aconseja tener antes unos conocimientos de
Sociología General, que pueden adquirirse en cualquier manual (*).
Nuestro punto de partida al centrarnos en la empresa sigue siendo la
existencia de unos hechos sociales con una relevancia colectiva en el grupo, que
es difícil reducir a las actuaciones individuales de cada persona, aunque en
ellas tenga su sentido.
Este libro es fruto de casi una década de trabajo en el campo de la
Sociología de la Empresa. Son muchas las ayudas recibidas para su elaboración y,
por tanto, los agradecimientos. En primer lugar, no hubiera sido posible esta
tarea sin la colaboración de los alumnos de las Universidades de Santander y
Oviedo, que con su atención y sus sugerencias han dado lugar al diálogo que
supone cualquier intento de síntesis científica. También los compañeros del
Departamento de Sociología de la Facultad de Económicas de Oviedo han tenido un
papel motivador, en especial Rodolfo Gutiérrez, con sus comentarios y críticas
concretas. Para la concepción global de la materia a tratar, me han sido muy
útiles las conversaciones e intercambios de programas y experiencias, mantenidos
con profesores de la asignatura de casi todas las Universidades españolas (en
especial José Castillo, Manuel Navarro y Rafael López Pintor). En un plano más
genérico, pude coger algo de la gran experiencia acumulada en London School of
Economics and Political Science; me han sido de gran utilidad personal y
científica las temporadas que pasé allí en 1978 y 1979, asistiendo a algunas
clases y seminarios, estudiando sus "listas de lecturas", conversando con los
profesores de los Departamentos de Sociología y Relaciones Industriales (en
especial con K. Bradley), y, sobre todo, en su espléndida biblioteca
especializada en Ciencias Sociales. Finalmente, he utilizado para mi trabajo el
anteriormente realizado por muchos investigadores de Sociología y ciencias
afines. Como es lógico, para todos mi agradecimiento y para mí la
responsabilidad de la síntesis.
En esta tercera edición se ha podido añadir una nueva parte -la quinta-
sobre la Participación en el Trabajo, que es uno de los problemas estudiados en
la actualidad con más interés por buena parte de los especialistas en Sociología
Industrial. Se ha procurado enfocar desde una perspectiva histórica, teórica y
analítica, los diferentes estudios realizados y en marcha sobre la democracia
industrial: experimentos, casos diferentes y estudios de campo. De esta manera
hemos podido apuntar algunas conclusiones con carácter ciertamente provisional y
hacer algunas sugerencias cara a futuras investigaciones.
(*) Especialmente elaborado para servir de elemento introductorio a un
curso de Sociología de la Empresa es A. Lucas, Introducción a la Sociología
(Madrid, Eunsa, 1979). Entre otros manuales interesantes y fáciles de conseguir
están: Smeiser, ed., Sociología (Madrid Euramérica, 1974); Johnson: Sociología
(Buenos Aires, Paidós, 1973); Caplow, Sociología Fundamental (Barcelona, Vicens
Vives, 1977). Y para los métodos: Köning, Sociología Empírica (Madrid, Tecnos,
1973); Goode y Hatt, Métodos de investigación social (México, Trías, 1967), y
Selltiz, Métodos de investigación en las relaciones sociales (Madrid, Rialp,
1965).