En los últimos años están emergiendo una serie de estudios que podríamos encuadrar bajo el título de «Sociología de las comunicaciones de masas».  Se trata de aproximaciones paulatinas a este fenómeno característico de la sociedad moderna que son los «medios de comunicación de masas». Intentan fundamentalmente ver cómo estas nuevas y extensas formas de comunicación están colaborando en modelar una nueva sociedad. 

La literatura existente sobre este tema, sobre todo inglesa, es muy dispersa.  Al intentar buscar, mediante un empirismo riguroso, verdades incontrovertibles, con aplicaciones prácticas inmediatas (propaganda y publicidad), se ha llegado a un bosque de sugerencias, ideas, teorías e hipótesis de trabajo, sobre parcelas muy concretas del  proceso de la comunicación.  La misma nomenclatura básica, incluso vulgarizada en trabajos de periodismo informativo, carece de rigor por la excesiva parcelación del campo de referencia.  La profusión de los «reader», colecciones de artículos sin ninguna pretensión de unidad, es una muestra más de la falta de unidad teórica.  Puede afirmarse que no existen intentos sistemáticos de abarcar con profundidad la totalidad del proceso de comunicación iniciado por los medios de masas con unas características peculiares. 

El objetivo que se propone este trabajo es dar a conocer muchas de las teorías e hipótesis sobre los medios, dispersas en la actualidad en multitud de artículos especializados, indicando con un cierto rigor intelectual el objetivo que se proponen, su evolución histórica hasta nuestros días y su entronque preciso en el proceso de comunicación. 

Para realizar esta tarea se procurará abordar sistemáticamente una clasificación de los distintos investigadores que han avocado a este campo desde diversas disciplinas, intentando localizar los enfoques y escuelas más fructíferas, así como el encuadre de los métodos y técnicas empleados. 

En este estudio se intenta presentar las pocas teorías generales que se han ido perfilando y evaluar su aportación definitiva a la clarificación del proceso de comunicación de masas.  Y junto a ello se ha procurado considerar algunas hipótesis con un  poco de visión general, buscando su conexión con otras referidas a las mismas etapas del proceso, y de esta forma, buscar la unidad de un visión teórica más amplia, que nos llevará a un nuevo contraste empírico. 

Indicamos también las fuentes bibliográficas fundamentales para los estudiosos que quieran adentrarse en este nuevo campo de conocimientos centrado en la comunicación de masas.  Y en esta tarea llegamos desde los «reader» verdaderamente fundamentales, que escalonadamente han ido apareciendo, a artículos recientes y trabajos inéditos de los últimos años. 

en definitiva, estamos ante un intento de investigación que desea:  por una parte, proporcionar los hallazgos derivados de una nueva conexión entre los problemas afines con enfoques nuevos;  y por otra, señalar con un sistema preciso, basado en conceptos y teorías bien definidas, los caminos que han seguido las escuelas más fructíferas y que deben ser puntos de partida para saber cada día mejor la  aportación de los medios a nuestra sociedad. 

Deseo agradecer al profesor Del Campo sus enseñanzas en Barcelona, cuando empecé mi vida universitaria, que me aficionaron a la Sociología y me plantearon muchas inquietudes en este campo, que posteriormente alentó.  Tuve la suerte de poder asistir a unas clases sobre los medios del profesor Jiménez Blanco que aumentaron estas inquietudes.  También agradezco a los profesores González Seara, Benito, de Miguel, Moya y Sanabria Martín las indicaciones bibliográficas y de planteamiento que me hicieron en los primeros momentos. 

Deseo asimismo rendir homenaje a todos los investigadores cuyo trabajo he utilizado, muchas veces sin valorar adecuadamente sus esfuerzos y aportaciones.  Finalmente, no puedo dejar de agradecer la ayuda prestada en la ingrata tarea de mecanografiar y corregir los  originales por Ignacio Ferrer. 

No hubiera sido posible este trabajo sin la ayuda desinteresada prestada por el Fondo para la Investigación de la Confederación Española de Cajas de Ahorro.  Y tampoco sin el clima de tranquilidad y apoyo encontrado en la Biblioteca de la Universidad de Navarra.

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