En los últimos años estamos asistiendo a una creciente valoración de los procesos comunicativos como elementos esenciales de la vida en sociedad. Se ha llegado a decir, de manera reduccionista, que la sociedad es comunicación. Y, por tanto, si todo es comunicación, nada es comunicación, y es necesario precisar, racionalizar y comprender mejor en que consiste el proceso comunicativo.

         Este es el objetivo que nos proponemos en este libro tres profesores dedicados a la Sociología, vinculados a un Departamento de Sociología de la Universidad Complutense y con una clara relación con la Facultad de Ciencias de la Información, en la que hemos  estudiado y enseñado. Pensamos que el enfoque sociológico aplicado al estudio de la comunicación es necesario por dar una adecuada sensibilidad para comprender los problemas comunicativos, a la vez que unos modelos teóricos útiles, y permitir una acumulación y  sistematización adecuada de conocimientos muy flexible.

         Hace casi 25 años publiqué mi primer libro, por título Hacia una Teoría de la Comunicación de Masas, que ha servido de punto de partida para este manual de Sociología de la Comunicación. Se recogía en él buena parte de los planteamientos teóricos que me llevaron a la Tesis doctoral. Se encuadraba en un campo en apariencia emergente, que me atrevía a denominar “Sociología de las comunicaciones de masas”, donde se trataba de aproximaciones paulatinas a “este fenómeno característico de la sociedad moderna que son los medios de comunicación de masas”. Se intentaba, fundamentalmente, “ver cómo estas nuevas y extensas formas de comunicación están colaborando en modelar una nueva sociedad”. Todas estas afirmaciones cautelosas son hoy de dominio general y plenamente aceptadas.

         Actualmente, incluso más que hace algunos años, la literatura de las ciencias sociales centrada en el tema de la comunicación es sobre todo en lengua inglesa y muy dispersa. Al intentar buscar, mediante un empirismo riguroso, verdades incontrovertibles, con aplicaciones prácticas inmediatas (propaganda y publicidad), se ha llegado a un bosque de sugerencias, ideas, teorías e hipótesis de trabajo, sobre parcelas muy concretas del  proceso de la comunicación. La misma nomenclatura básica, con frecuencia vulgarizada en trabajos de periodismo informativo, carece de rigor por la excesiva parcelación del campo de referencia. La profusión de los «reader», colecciones de artículos sin ninguna pretensión de unidad, sigue siendo una muestra más de la falta de articulación teórica.  Puede afirmarse que existen escasos intentos sistemáticos de abarcar con profundidad el estudio integral del proceso de comunicación, y todavía son más raros los que se centran en los medios de comunicación de masas y en sus características peculiares.

Lo que se propone este libro, en continuidad con el realizado hace un cuarto de siglo, es dar a conocer muchas de las teorías e hipótesis sobre la comunicación y sobre su mediación, dispersas en la actualidad en multitud de artículos especializados, indicando con un cierto rigor intelectual el objetivo que se proponen, su evolución histórica hasta nuestros días y su entronque preciso en el proceso integral de comunicación.

         Para realizar esta tarea se procura, en un primer capítulo, situar el estudio de la comunicación en el amplio campo de las Ciencias Sociales, preocupadas recientemente de los problemas la comunicación en la medida que se ve su influencia a través de los medios de masas. Tener presente los paradigmas teóricos utilizados y las principales líneas de investigación seguidas aparece como algo necesario a la hora de abordar una clasificación sistemática de los distintos investigadores, que han perfilado el campo de la Sociología de la Comunicación viniendo desde diversas disciplinas. Para ayudar al estudio de la comunicación intentamos localizar los enfoques y escuelas más fructíferas, así como un encuadre completo de los métodos y técnicas de investigación empleados.

         En un segundo capítulo se aborda directamente una racionalización de la comunicación, distinguiendo sus formas fundamentales: intrapersonal, interpersonal, en las organizaciones y colectiva. Aquí nos centramos sobre todo en la comunicación personal, entendida como un proceso, una ida y vuelta de contenido informativos que produce cambios en los individuos, con unos elementos claramente determinados y unos modelos perfectamente definidos desde los que se puede intentar superar el conocimiento del sentido común.

         Centramos también nuestra atención en la mediación de la comunicación como característica definitoria de la modernidad. La ampliación de la capacidad comunicativa que ha supuesto el empleo de los medios personales y colectivos supone un cambio de paradigma, que debe ser entendido para situarse en la realidad sociedad actual, incomprensibles sin las nuevas tecnologías de la información. El teléfono, el correo electrónico y otras nuevas formas de comunicación personal merecen una especial consideración.

         Dada la importancia que tienen las organizaciones en las sociedades organizacionales, al resolver muchos de sus problemas ordinarios y determinar en buena parte la conducta individual, nos ha parecido oportuno dedicar un capítulo a la comunicación en las organizaciones. En este campo de estudio, ciertamente novedoso y poco tradicional, hemos procurado referirnos a la comunicación externa e interna, y dentro de ésta  hemos distinguido las formas de comunicación formales de las informales. La aplicación inmediata de este capítulo al mundo de la empresa, por ejemplo, justifica de sobradamente  la atención que le prestamos.

         Se dedican a continuación cinco capítulos al estudio de la comunicación colectiva, señalando sus funciones en nuestra sociedad, analizando las peculiaridades de cada uno de los medios, exponiendo algunos planteamientos teóricos generales y terminando con el estudio de sus efectos. En todo lo referente a los efectos de los medios de comunicación de masas se incide de una manera especial, desde las posibilidades de persuasión que se les atribuyen a las diferentes teorías que han ido apareciendo y nos muestran un campo de estudio lleno de vitalidad.

         A lo largo de todo el libro se intenta, en términos generales, presentar las diferentes teorías que se han ido perfilando y evaluar su aportación definitiva a la clarificación del proceso de comunicación. Junto a ello se ha procurado considerar algunas hipótesis con un planteamiento amplio o generalista, buscando su conexión con otras referidas a las mismas etapas del proceso, para de esta forma buscar la unidad de una visión teórica más amplia, que pueda permitir nuevos contrastes empíricos. En definitiva, estamos ante un intento de ayudar  a la comprensión racional de la comunicación y a su investigación que desea: por una parte, proporcionar los hallazgos derivados de una nueva conexión entre los problemas afines con enfoques nuevos; y, por otra, señalar con un sistema preciso, basado en conceptos y teorías bien definidas, los caminos que han seguido las escuelas de pensamiento más fructíferas y que deben ser puntos de partida para saber cada día mejor el papel de la comunicación en nuestra sociedad. Indicamos también las fuentes bibliográficas manejadas, para ayudar a los estudiosos que quieran adentrarse en este campo de conocimientos centrado en la comunicación y ya bastante institucionalizado. Para ayudar en la tarea de recogida de información, llegamos desde los «reader» verdaderamente fundamentales, que escalonadamente han ido apareciendo, a artículos recientes y trabajos inéditos de los últimos años.

En esta sociedad informacional en la que estamos inmersos, y en la que vamos a ir avanzando, la comprensión de la comunicación y el dominio de sus técnicas es una exigencia individual para no quedar marginado. Cualquier intento, por consiguiente, de racionalizar el proceso comunicativo tiene la ventaja de añadir conocimientos, sobre los que los hábitos y la creación de instituciones pueden ayudar a la mejora personal y colectiva. En definitiva, la difusión de conocimientos, como los que aquí procuramos transmitir de forma coherente sobre la comunicación, ayudará a conseguir una sociedad y unos individuos más participativos.

         Este libro es un trabajo colectivo, donde los tres autores hemos procurado compartir nuestros conocimientos sobre la comunicación, elaborados en sucesivas y acumulativas reformas. Nos sentimos solidariamente responsables del resultado final conseguido, aunque sabemos que no es una tarea terminada, definitiva. Lógicamente, en un campo de estudio tan dinámico como el que nos movemos, tenemos la esperanza de poder seguir mejorando y actualizando lo elaborado. En cualquier caso, ha sido un esfuerzo realizado con agrado e ilusión, más allá de la esperanza de ofrecer unos conocimientos útiles.

         Personalmente, al igual que en la presentación del primer libro mencionado como antecedente de esta publicación, deseo volver a agradecer al profesor Del Campo sus enseñanzas en Barcelona, cuando empecé mi vida universitaria, que me aficionaron a la Sociología y me plantearon muchas inquietudes en este campo, que posteriormente ha seguido alentando. Igualmente, queremos rendir homenaje a todos los investigadores cuyo trabajo hemos utilizado, muchas veces sin valorar adecuadamente sus esfuerzos y aportaciones. 

Universidad de Stanford, 20 de octubre de 1998